domingo, 29 de enero de 2012

Canciones

Hoy tuve un día bastante musical. Más que un día, diría que el finde completo. Y se me ocurrió volver a Eructos para hacer un listado de canciones robando el concepto de Nick Hornby en 31 Songs - si no lo leyeron se los recomiendo ampliamente - eligiendo no las más significativas musicalmente hablando, sino aquellas que conservo emocionalmente porque las disfruté, las odié, o simplemente acompañaron algún momento de mi vida de manera más o menos especial.

Como a casi todo el mundo me afecta la psicología del número redondo, como decía mi prima Mili, así que la cantidad, en esta ocasión al menos, va a ser de diez... Una, porque me resultó relativamente fácil llegar hasta esa cifra sin quemarme la cabeza - que en una noche de domingo se agradece - y otra, porque me da la posibilidad de ampliarla sin mucha historia cuando se me descongele el cerebro o me puteen por haber elegido tal o cual. Y parafraseando a Mikel López Iturriaga en su última receta de cebiche, diré, antes de que los talibanes de la pureza musical y aledaños se me tiren encima ante esta afrenta al espíritu de Euterpe, que esta lista es mía y la armo como se me da la gana.


10-Carnaval Toda la Vida - Los Fabulosos Cadillacs



Fue la primera en la que pensé, lo prometo. ¿Por qué? No lo tengo muy claro, es aparentemente festiva, aunque si nos fijamos en la letra tiene un dejo melancólico que no se condice mucho con la música. El recuerdo más interesante que me trae es el casamiento de mi prima Mili (sí, la de la psicología del número redondo) y Ale, el Pelado. Hicieron su entrada triunfal en el salón con esta canción, y fue el mejor preludio para una fiesta espectacular... hasta me acuerdo que estaba sentada en la mesa Samuel.


9-There is a Light That Never Goes Out - The Smiths



Algo tiene que significar el hecho de que una de mis canciones de amor preferidas empiece con la frase 'I may not always love you...'. Más significativo es el hecho de que la otra sea este clásico de The Smiths. No me pueden negar que 'to die by your side, well, the pleasure, the privilege is mine' es una de las cosas más bonitas que se le pueden decir a alguien amado. Sí, es amor trágico. Muy trágico. Pero vamos, ¿existe otro?


8-Relax, Take it Easy-Mika



Esta tiene significado colectivo. Fue, por una de esas cosas que ocurren en la vida, el himno no oficial del ISE durante el curso 2007-2008. Pasaron miles de cosas, montones de viajes y recuerdos, y de vez en cuando esta canción vuelve a sonar y nos transporta a las bellas playas de Móstoles (¿?). De más está decir que en el estribillo, cantábamos 'take it I-I-SE...'


7-Brillante Sobre el Mic-Fito Páez



Golpe bajo si los hay, dudaba entre esta muestra del principio del fin de Fito Páez y 'Amigos', de Los Enanitos Verdes. Puede que factores externos afecten mi memoria, pero creo recordar que, en la fiesta del reencuentro belgranense de la XLIV A, Leli, quien musicalizaba, nos ahorró este parto. Capaz no, todo es posible. Igual, a los de mi de-generación nos viene torturando desde que egresamos de séptimo grado - sí, nosotros fuimos los últimos que logramos zafar de la bosta del Polimodal, muehehehehehehe...


6-Ironic - Alanis Morissette



Aquí tengo que traer a mi amiga del alma Cecilia - vos sabés que sos vos, nena. En la época en que nos fanatizamos con esta canadiense nos pasó de todo, mayormente anécdotas iniciáticas. A veces nosotras dos solas, a veces con grupete extendido, siempre generando nuevas historias que resurgen en alguna charla alpedística de las que son nuestra especialidad. Lo que recuerdo, sin embargo, no incluye a Ceci, sino a mi viejo, que me acompañó a Dr Jeckyll - qué tiempos aquellos - a ver a esta muchacha, que tocaba en una especie de acústico para un reducido grupo de privilegiados, que no creo que fuéramos más de 150. Nunca terminé de agradecer bien al alma caritativa que me consiguió la entrada.


5-Bizarre Love Triangle



Clasicazo ochentoso más versionado que Yesterday - bueno, tampoco la pavada. Presente desde tiempos inmemoriales en toda fiesta Baca Paunero que se precie, nos ha dado toneladas de diversión a mí y a mis primos, y momentos de preocupación a nuestros padres y tíos que, si estaban sobrios y nos veían, se preguntaban seriamente si estaríamos en nuestros cabales. Creo que hasta mi hermana se debe saber la letra.


4-Just Like Heaven-The Cure



Siguiendo con el impulso ochentoso, otro clásico, esta vez de mano de The Cure y su perenne alegría darkie. En realidad tendría que haber incluido todo 'Kiss Me,
Kiss Me, Kiss Me', pero me limité a mi favorita de todo el disco. Las motivaciones en este caso son casi demasiado personales, sólo diré que es una de mis conexiones a una persona muy importante en mi vida, y que solíamos bombardearnos mutuamente con canciones de este disco. No creo que quieran más detalles, ya bastante cursi me estoy poniendo.


3-Imitation of Life-R.E.M.



Otra de alegría darkie si las hay, y vaya uno a saber por qué. Las letras de R.E.M. son, cuando menos, crípticas, por no decir a veces completamente ininteligibles. En este caso no estoy muy segura de qué corno estaba hablando Michael Stipe, pero en su momento me sirvió como levanta-ánimos en algún momento bajonero, aunque mayormente me lleva a momentos maravillosos con mis hermanos de la facu. ¿En serio? ¿Una de R.E.M. levanta-ánimos? Estoy muuuuy mal.


2-Stay (Faraway, so Close!)



La que es, en mi humilde opinión, la mejor canción de U2, es también parte de la banda de sonido de Faraway, so Close!, peliculón de Wim Wenders. Ambas me llevan a Berlín. Tanto, que el fantástico plano secuencia con el que empieza la película (con la bellísima Siegessaüle, en el Tiergarten) fue la razón primordial que me llevó a conocer esa ciudad. Y cada vez que voy no puedo evitar ir a visitarla, como si ese ángel me reclamara. Por otra parte, y volviendo a la canción y al tema de esta entrada, tuve uno de los momentos más emotivos en un recital cuando, viendo a U2 en su 360º Tour en el mítico Wembley, Bono está hablando ya no me acuerdo de qué, y dice algo de Berlín... me quedo pensando y digo 'no puedo creer que vayan a tocarla, me muero acá mismo'. Y me morí, de verdad. Qué manera de llorar como una pelotuda, por favor.


1-Always Look on the Bright Side of Life



Había que terminar arriba, porque veníamos medio bajón. La historia no oficial de esta canción es curiosa, parece que cuando filmaban la última escena de 'Life of Brian' (otra peli imprescindible) los actores tuvieron que estar un buen rato ahí colgados y se empezaron a aburrir. Entonces Eric Idle se puso a silbar, le salió una melodía interesante, le pusieron una letra memorable y ahí está, para que todos la disfrutemos. Un infaltable en navidad, pero también en cualquier otro momento de ésos en los que pensás 'Life's a piece of shit, when you look at it'. Eso sí, como cuando palmó Graham Chapman, si me muero quiero que todos la canten en mi velorio.

domingo, 15 de enero de 2012

Far away and long ago...

... a cierta persona se le ocurrió abrir un blog. Empezó, como lo hacía siempre con todo lo que emprendía, entusiasmada y metódica, hasta que con el tiempo lo fue dejando de lado y finalmente cayó en el olvido. Un día, después de la primera vez en que no tuvo ganas de volver al final de unas vacaciones, se dio cuenta de que tenía que agradecer de algún modo a toda la gente que la había soportado durante ese casi mes y medio que la había tenido nuevamente como huésped en su tierra patria. Y aquí estamos una vez más.

Es verdad, es la primera vez en mi vida en que al final de unas vacaciones no quiero volver. Lo pasé maravillosamente bien, como solamente podés hacerlo cuando estás, realmente, en casa. Y no me refiero a patriotismos ridículos ni chauvinismos extremos, sino que, en verdad, tu casa es donde está la gente que querés
(excepciones incluidas). Y en mi caso eso es a 10.000 km del lugar al que la vida y los avatares me llevaron. Como un simple comentario en el caralibro no iba a satisfacer mis ganas de expresar todo lo que quiero allí va este compilado más bien largo y embolante; es lo que hay.

Buenos Aires es increíble. Es caótica, ruidosa, muy enquilombada, frenética, sucia, y a pesar - o justamente por - todo eso, me encanta. Seh, podríamos decir que es más o menos como yo (no, lo de sucia no, por favor, que no se diga). Después de un fin de semana en Adrogué City - gracias a mi hermana favorita por no contarle a mis viejos que iba para allá, a su chico por ir a buscarme a EZE, y a mis viejos por no palmar de un bobazo cuando me vieron cruzar la puerta - una semana en BA era pertinente. Lau, mi hermana por elección, me recibió cordialmente en su depto, y mientras ella laburaba yo me dediqué a recorrer como si no conociera, pateando la ciudad sin rumbo fijo, y disfrutando tanto de ese imbuirse en la ciudad que ni se me ocurrió sacar la cámara. Mire usted qué cosa.

Un miércoles por la noche hice sushi para una juntada de viudas alegres - obviamente no voy a dar detalles. Un jueves por la tarde atravesé la ciudad para ir a ver a mi flia paterna congregada por el primer cumpleaños de una de mis sobris. Ese finde con Lau aprovechamos lo único potable de la gestión de Macri en BA: las bicisendas. Si bien no había suficiente hambre como para clavarse unas bondiolitas en Qué Parrillón, sí la hubo para unos mates con churros.

Llegó otro miércoles, y luego de un día chino que implicó juntada en Caballito para recibir envío de mi courier (¡gracias Diego!), visita a Parque Chacabuco para conocer la nueva casa de Ale, Walter y Gonza, falla de candado en valija y shock de adrenalina para lograr cortar el candado antes de salir para AEP, llegó el momento de volar a CRD para reencontrarme con algunos de los personajes increíbles con los que compartimos un año de master. Qué decir, gente divina, que prepararon dos asados en mi olor (o eso me dijeron, delincuentes), uno con recital de la Hiena y banda incluido, y otro con cuasi-fiesta-del-reencuentro-ISE. Encima tuve la suerte de ir justo el finde de la fiesta de uaipief, a la que accedí como +1 de la gran Oveja, y que fue un casorio pero sin pareja casadera. Glorioso. Gracias a todos los comodorenses que me bancaron, los por adopción y los nyc, lo pasé más que bárbaro.

Dado el éxito de mi sushi con la cohorte de viudas alegres me vi en la necesidad de repetirlo para nochebuena, acompañado de hombrecitos de jengibre que no hubieran podido ser de no mediar los 20 graditos que hicieron para esa habitualmente bochornosa noche del año. Gracias, clima, que nos diste la posibilidad de una nochebuena atiborrándonos de turrones sin chivar como chanchitos. Comentario aparte merecen las actuaciones estelares de mis tíos comiendo sushi: Daniel pelándolo, como si fuera un Sugus, Javier sacando el contenido porque no quería comerse el arroz, y María lidiando con los palitos. Eso sí, cuando llegué ya se habían bajado el Salentein que había enviado, y comimos antes de las doce por obra y gracia vaya uno a saber de qué, porque cometí la gaffe de elegir irme con mi hermana favorita, lo que implicó atravesar un Adrogué desierto a las once y cuarto de la noche - decime, nena, ¿en qué carajo se te va el tiempo cuando te estás cambiando?

Y llegó el momento de la juntada con mis hermanos por elección. Después de idas y vueltas quedamos para un día en que podíamos todos - salvo Fol - habida cuenta de la visita express del Nono desde Mexico. El lugar elegido: la residencia Vázquez-Rombola. El menú: pizza, después de un fallido intento de pedir empanadas (¿puede ser que las empanaderías cierren a las once? Johnny, la gente está muy loca). Luego de dejar a la gente responsable lista para dormir, el grupo más incorregible partió con rumbo desconocido - adivinen dónde estaba yo...

Al día siguiente tocó de nuevo volar a CRD. El objetivo era pasar fin de año en la Casona del Horror, dado que la mayor parte de mi flia se iba a la costa (pero más al norte) para esas fechas. El menú fue nuevamente asado y no decepcionó en lo más mínimo, el grupete que se juntó fue espectacular (aunque todavía estamos puteando a la Hiena por no aparecer), y la sandalia, el arito y el puntero del celu que perdí esa noche me dieron la pauta de que hay que dejar algunas cosas atrás para empezar un nuevo año con todo. Otra estadía en Rada Tilly genial, con playita incluida.

Todavía quedaban cosas por hacer en BA... por ejemplo visitar de nuevo a Lau y a Ale, aunque fuera un poco de raje. Y también a Ceci, que me había quedado colgada después de casi un mes de estar por ahí. A veces una tarde no es suficiente para ponerse al día, pero los mozos de la parrillita a la que fuimos a comer pueden atestiguar que hicimos todo lo humanamente posible... al menos hasta que se fueron.

Después me fui a Valeria del Mar. Allá tenía a más flia que saludar, y más asados que comer. Ver a mis tíos, primos, y sobris, tomar sol y bañarme en el mar, ir al casino a perder guita y hacer huevo... Juli ahora estará puteando porque nadie se querrá meter al mar con ella, shit happens. Comentarios aparte merecen la destreza de Vicky y Mili domando a cinco enanos para que comieran antes que los grandes y lo anonadada que quedó Agus después de escuchar todo aquello de lo que sus primxs serían capaces en su fiesta de casamiento. La lista de invitados se vio sensiblemente reducida después de esa noche.

También pude encontrarme con Olga - cuyo annus horribilis me ayudó a poner en perspectiva el mío - y Befu, dos diosas, que me aguantaron aunque llegara 40 minutos más tarde de la hora convenida, y con quienes también nos pusimos al día como pudimos.

Luego de un último día que incluyó algún recuerdo indeleble, unos sánguches de miga en casa de Ale y unas compras de último momento, la última noche, last but not least, consistió en el encuentro con Fol - que había quedado colgado de la anterior convocatoria con mis hermanos por elección - y la señorita Canchu, con quienes pasamos una velada esssssspetacular. Día largo pero extremadamente productivo, sí señor.

Ya el día de viaje fue más relajado, dormir hasta tarde, almuerzo con la flia nuclear - cuñado y ahijado de cuñado incluidos - compra de alfajores y siesta pertinente, todo eso antes de rajar para EZE. Menos mal que no tenía nada imprescindible que hacer ahí, porque las dos horas entre mi llegada y la salida del vuelo me las pasé entre el control de seguridad y migraciones - y eso que en este último me adelanté en la fila con el argumento de que mi vuelo se iba en 15'. Así y todo salimos a horario. Incroyable.

Me esperaban 14 horitas de vuelo hasta AMS, por suerte de noche. Igualmente, no estoy segura que cuánto se puede descansar cuando en un vuelo nocturno soñás que estás en ese mismo vuelo y no podés dormirte. Lo sé, estoy mal, aunque ni yo sabía en qué grado. Las horas de vuelo finalmente pasaron, mi escala de cinco horas en AMS también fue productiva, y a las ocho de la noche ya estaba embarcando para mi vuelo a MAD. Llegué al depto, dejé las valijas, y me fui a la despedida de Fer. Pero eso ya no es parte de mis vacaciones.

No tenía ganas de volver. Y ahora tengo ganas de volver para allá. Nos vemos en marzo. Los quiero.