martes, 13 de marzo de 2012

'¿Qué tenés light?'


¿Qué lleva a una persona a entrar en un lugar lleno de cosas variadas y sabrosas y preguntar '¿Qué tenés light?'? ¿Simple estupidez? En todo caso, leer la carta no puede representar un esfuerzo sobrehumano como para dejar de hacerlo y averiguar de primera mano si realmente hay algo 'light'. ¿Y qué es eso después de todo? En las cartas siempre hay ensaladas sueltas, y el omnipresente bife (anque pechuguita de pollo grillé) con ensalada mixta.

'Qué tenés light'. Más lo pienso y más ridículo suena. Encima en este lugar tan bonito. La pregunta hasta tiene un dejo de insultante, no es un lugar de comida rápida ni de almuerzos opíparos, las mesas son pequeñas, las paredes están decoradas con frases inspiradoramente culinarias. La gente que ha creado este sitio siente evidentemente que la comida es una ocasión digna de ser celebrada, no algo 'light' que hay que incorporar porque de otro modo moriríamos.

Me enoja la gente incapaz de disfrutar de la comida. Si, como dice Karlos Arguiñano, comer es lo más placentero que uno puede hacer con los pantalones puestos.

Esa actitud displicente ante la comida tiene múltiples manifestaciones. Desde la gente incapaz de comer lo que sea tal como sale de la cocina - 'no, por favor, la ensalada Waldorf la quiero sin mayonesa/manzana/nueces...' - hasta los que evitan grupos alimentarios completos bajo las razones más arbitrarias - 'no como cosas amarillas'. Limitarse en una actividad que además de ser esencial conduce indefectiblemente al disfrute sólo puede caber en la mente de un sádico. Conste que no estoy hablando de alergias ni de patologías fuera de los trastornos obsesivo-compulsivos. Cuando alguien recibe un plato preparado con ganas y amor por la cocina y empieza a destriparlo separando las cosas que no son de su agrado, Christian Dior mata un gatito.